“Desde la derecha política y sus aliados tradicionales se ha procurado el desgaste del PSOE para compensar la previsible reducción de apoyos al PP. Y desde el resto de la izquierda política se ha procurado también el desgaste del PSOE para dividir al electorado progresista, favoreciendo indirectamente el triunfo del PP.
De hecho, durante los últimos meses, todos las atenciones y todas las estrategias electorales parecían centradas en competir con el PSOE por los apoyos en el electorado socialdemócrata. Los poderes económicos intentaron condicionar y hasta someter al PSOE, y no lo lograron.
Yo, personalmente, pasé el rubicón frente a sus pretensiones cuando declaré la incompatibilidad del PSOE con el PP y su máximo dirigente, Mariano Rajoy. De ahí los duros ataques de la derecha. Hoy somos más fuertes, podemos reivindicar la autonomía que nos exigen los ciudadanos para decirles alto y claro que todo lo que hagamos, todo lo que decidamos, estará siempre al servicio del interés de la mayoría de españoles sobre todo de quienes más necesitan de un proyecto socialista”.