The Economist 12 de diciembre de 2015
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A more constructive response to the euro crisis lies in Ciudadanos (“Citizens”), a liberal party (in the British sense) in a country where liberalism has never been strong. Its leader Albert Rivera, aged 36, is untested, but his advisers propose many policies that Spain needs. Ciudadanos would do more than the PP to deepen economic reforms, cut wasteful duplication in government and boost sluggish productivity It wants a single labour contract in place of the cosseting of insiders that leaves many young people as temporary hires. Like Podemos, it wants to reverse the PP-Socialist carve-up of institutions that ought to be independent, including the judiciary the diplomatic service and the universities. It opposes Catalan independence but, unlike the PP, recognises that Spain is a pluricultural country. And unlike Podemos, it wants to build on, rather than threaten, the achievements of the past 40 years.
Reform politics, as well as the economy
If The Economist had a vote, it would go to Ciudadanos. But the next government is likely to be a coalition, because opinion polls suggest that, although the PP Will again be the largest party in the Cortes, it will fail to keep its majority Since his party is in the centre, Mr Rivera may have the casting vote. He should resist the temptation to join Podemos in a centre-lett government led by the Socialists under their lightweight leader, Pedro Sánchez.
Such a government would be Weak, and the Socialists have promised to undo the PP's labour reforms. Rather, Ciudadanos should ally with Mr Rajoy-on condition that the next govennnent adopta the anti-corruption agenda on which it has campaigned. Populism is on the rise in the EU. If Spaniards eschew it and embrace reform, their country will indeed be an example to Europe.
The Economist: ¡Feliz Navidad, España! (Ver la traducción en el desplegable)
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Una respuesta más constructiva a la crisis del euro está en Ciudadanos, un partido liberal (en el sentido británico) en un país donde el liberalismo nunca ha sido fuerte. Su líder, Albert Rivera, de 36 años, no tiene experiencia, pero sus asesores proponen muchas políticas que España necesita. Ciudadanos haría más que el PP para profundizar las reformas económicas, reducir la duplicación despilfarradora en el gobierno y aumentar la bajísima productividad. Quiere un contrato de trabajo único en lugar de la cosseting de los colocados que deja a muchos jóvenes como empleados temporales. Como Podemos, quiere revertir la erosión PP-Socialista de instituciones que deberían ser independientes, incluido el poder judicial, el servicio diplomático y las universidades. Se opone a la independencia catalana, pero, a diferencia del PP, reconoce que España es un país pluricultural. Y a diferencia de Podemos, quiere construir, en lugar de amenazar los logros de los últimos 40 años.
Reformar la política, así como la economía
Si The Economist tuviera voto, iría a Ciudadanos. Pero es probable que el próximo gobierno sea una coalición, ya que las encuestas de opinión sugieren que, aunque el PP volverá a ser el partido más votado en las Cortes, no conseguirá mantener su mayoría. Puesto que su partido está en el centro, el señor Rivera puede tener el voto decisivo. Debe resistir la tentación de unirse a Podemos en un gobierno de centro-izquierda liderado por los socialistas bajo su líder evanescente, Pedro Sánchez.
Dicho gobierno sería débil, y los socialistas se han comprometido a deshacer las reformas laborales del PP. En cambio, Ciudadanos debería aliarse con el señor Rajoy, con la condición de que el próximo gobierno adoptara la agenda anti-corrupción que ha defendido en campaña. El populismo está en aumento en la UE. Si los españoles lo evitan y abrazar la reforma, su país será sin duda un ejemplo para Europa.