20150210

Sobre Napoleón, Pablo Iglesias y la utilización del patriotismo como arma política

Siete veces repitió la palabra Patria en el último párrafo de su discurso durante el mitin/concentración onanista que la cúpula de Podemos montó el 31 de enero AMEG (Ad Maioren Ecclesias Gloriam), además de la referencia a la lucha del pueblo madrileño contra el invasor francés. Lo que hay que oír.

Una parte de la historia donde interesa conocer la visión desde el otro lado, más aún si quien lo hace es el historiador e hispanista francés Joseph Pérez, que como su nombre muestra cabalga entre ambos países. En su ensayo Napoléon et l'Espagne hace una descripción de los hechos que no encaja con la visión (manipulada y manipuladora) de Iglesias.
España se compromete con Francia a poner su flota a disposición de Bonaparte para intimidar a Portugal (01.10.1800).

  • España invade y vence a Portugal en febrero de 1801, pero el débil compromiso que obtiene de Portugal es percibido como insuficiente por Francia.


  • En una maniobra de distracción –para alejar a a la Marina de Nelson de las costas británicas y permitir la invasión francesa– la flota hispano francesa hace que se dirige a las Antillas. Nelson, consciente de la estratagema, se refugia en Gibraltar.  Cuando la flota española vuelve hacia Europa se refugia en Cádiz y es bloqueada por la inglesa. Napoléon exige la salida de la flota y se produce la famosa batalla de Trafalgar donde España pierde buena parte de su Armada, hasta entonces invencible. (10.1805)


  • España acepta participar (Tratado de Fontainebleau 27.10.1807) en una nueva expedición para que Portugal respete el bloqueo continental de los productos ingleses. Unas tropas francesas atraviesan España camino de Lisboa y otras de Cádiz. 


  • Entonces ocurre el Motín de Aranjuez contra Godoy al que se responsabiliza de la situación del país (17.03.1808) obligando a abdicar a Carlos IV en su hijo (Fernando VII). Ante el no reconocimiento del rey por el comandante Murat, se hace ir a la familia real a Bayona, donde se exige a Fernando VII que renuncie al trono y a Carlos IV que abdique, otra vez, en Napoléon (5-10.05.1808)


  • Y se lía. Esta parte nos la sabemos mejor aunque está bien leer otra versión menos simplista.

  • Sin embargo lo más interesante es el juicio que Joseph Pérez hace del error del análisis político de Napoleón sobre España (ya en el desplegable)

    Napoleón estaba mal informado sobre España. La ve como un pueblo oprimido por el feudalismo, dominado por un clero oscurantista y fanático, sometido por gobernantes y reyes despreciables. Napoleón creía llegar a España como un libertador. Él piensa regenerar sinceramente este país, sacarle de su letargo, darle instituciones modernas. 

    La Constitución de Bayona no tiene otro propósito y, aún más, los decretos firmados el 2 de diciembre 1808 en Chamartín, antes de entrar en Madrid: de un solo golpe Napoleón abolió el Antiguo Régimen, elimina los derechos feudales, la jurisdicción señorial, las aduanas internas, la Inquisición; cierra dos tercios de los conventos ... y provoca la reacción de la gente a la que quería liberar de sus cadenas. Cientos de monjes se organizan, en la España de 1808, para rechazar las reformas impuestas desde el exterior y que consideran contrarias a la religión tradicional y al genio nacional.

    Como señala Eduardo Montagut supusieron en un conjunto de medidas muy importantes porque prefiguran las que el liberalismo español estableció con posterioridad.

    Para concluir, la complejidad no les gusta a los simples y a los demagogos.