Núcleo central de la argumentación:
La realidad es que la actual Constitución no solo se está mostrando inviable para canalizar las nuevas demandas de una democracia más avanzada, sino que está empezando a ver comprometida la propia legitimidad de su aprobación, por cuanto solo los españoles que ahora tienen más de 51 años pudieron votar su texto. Texto que además fue redactado por una camarilla que atendía mayormente a intereses partidistas, debido a la inconveniencia o imposibilidad práctica en aquel momento de dar voz a todos los españoles a lo largo de su elaboración. De ahí la necesidad de abrir un proceso constituyente en el que gracias a los medios que nos brinda la tecnología sean los propios ciudadanos los que doten a nuestro país de una nueva norma básica de convivencia pactada entre todos y acorde a los tiempos actuales.Ignorancia peligrosa.
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Teniendo en cuenta que no existen cauces legales en la actualidad para plantear esta demanda, la activación del proceso tendría que derivar de un referendum convocado por un partido concreto o por la propia sociedad civil que diese la legitimidad necesaria a su inicio. Tiene que producirse por tanto un clamor de facto que lleve a la ruptura del actual marco constitucional. Pero lejos de constituir una imposición de las ideas de unos pocos y la ruptura de un marco de convivencia supuestamente pactado entre todos, este sería el primer paso hacia un marco político realmente elaborado y aceptado desde cero por todos los españoles.