- El líder del PSOE considera que la nueva formación "fracciona a la izquierda" sirviendo "indirectamente" a los intereses del poder
- Alerta ante los parlamentarios socialistas de que "la extrema izquierda" de Pablo Iglesias está cargada de "oportunismo ideológico" y "ofrece un salto al vacío de las ideas"
Para la derecha, el elefante se llama miedo. Para la extrema izquierda, el elefante se llama casta.
Rajoy intentará convencer a los españoles del riesgo que supondría un cambio de gobierno para la incipiente recuperación económica. Rajoy propondrá a los españoles una suerte de “o yo o el caos”. Advertirá sobre la necesidad de bloquear la urgente y necesaria modernización de nuestro sistema político, de nuestro sistema económico y social a favor de la clase media trabajadora española.
Los segundos, Podemos, pretenderán esconder sus trasnochadas y vacuas propuestas simplificando la complejidad de los retos a los que se enfrenta España, en el cuento de la casta.
La casta, una especie de cesto de ropa sucia al que tirar sin miramientos a todos los partidos, salvo al suyo, a los agentes sociales, asociaciones... incluso al pacto constitucional de 1987 cuantos más mejor para presentarse así como paradigma de lo limpio, lo puro, lo nuevo y lo casto. Aunque ahora que empezamos a conocerles descubramos que estos de la casta no son tan castos.
Los dos relatos, el de la derecha extrema y la extrema izquierda son el de la política del no.
Los dos tendrán ayudas externas para su promoción. El de la derecha porque sirve directamente a los intereses de los poderosos. Y el de Podemos porque fracciona a la izquierda y sirve indirectamente a los intereses de los poderosos.
Nuestra explicación de la realidad tendrá menos alia valor de la verdad. Porque es verdad que debemos rearmar moralmente nuestra democracia, modernizar nuestro sistema social y nuestro sistema económico.